"Siempre es del cuerpo del que se trata, del cuerpo y de sus fuerzas, de su utilidad y de sus docilidad, de su distribución y de su suminisión. Las relaciones de poder orperan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo doman, lo someten a suplicio, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos".
M. Focault.

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