La Bienal de Canarias plantea su segunda edición bajo el concepto de silencio, entendido como el elemento que comprende los sonidos y las ausencias. Lo que haya que decir requiere un espacio para ser escuchado. Esta edición en su fase expositiva, pretende revelar nuevas claves de lectura del paisaje a partir del engranaje de dos exposiciones simultáneas. Escenas y Escenarios realizada en Santa Cruz de Tenerife e Inmersiones con sede en Las Palmas de Gran Canaria. Dos propuestas que dialogan entre sí y se muestran en diferentes espacios expositivos de ambas ciudades capitalinas.
El paisaje: elemento de la naturaleza delimitado por el ojo del hombre. El paisaje como soporte, como sustrato en el que se construye y se habita. El paisaje como lugar imaginado en las cartografías, en los mapas, en los relatos. El paisaje como territorio donde se desarrollan las escenas y escenarios de nuestro tiempo. El paisaje observado en silencio.
Todos esos paisajes, todo ese paisaje, sirve como elemento de reflexión para crear un nuevo territorio: el que se desarolla desde el núcleo más íntimo de la creación artística. Este nuevo paisaje se produce a partir de una mirada, de un pensamiento y lleva, como elemento engendrado que es, la carga de experiencia y de sensaciones que acompaña a su creador, el artista. Se engendra y nace como obra de arte y partir de entonces se desmembra y multiplica y pertenece, ahora sí, al ojo de alguien que lo mira lo convierte en otro paisaje.
Es esa multiplicidad incesante, la que transcurre entre el núcleo creador y la mirada del otro , la que hace cada uno de los paisajes, reflejados o no desde la naturaleza, que crean los artistas que aquí se encuentran provoquen a su vez, a partir del reflejo en otras miradas, más percepciones del paisaje, nuevos territorios ante los que hemos de situarnos.

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *